Interludio
Interludio
Dentro de tres días tenían que regresar para reunirse con la Flota. La Esperanza de Lileath les esperaría en Ulthwé. La situación debía ser grave para que el Kano reuniese a toda la Flota y además se presentase abiertamente ante los Videntes. Sacudió la cabeza para alejar esos pensamientos y poder concentrarse en su tarea.
Aryadel y el resto de su grupo avanzaron lenta y cautamente entre los árboles. Solicitó un informe a los grupos de avanzada, que fue rápidamente respondido con sendos 'Todo despejado' por parte de los exploradores. Igual que todos los informes de las últimas dos semanas.
Esta vez no habían encontrado el puesto Exodita abandonado. Estaba arrasado. Los edificios estaban en ruinas, cubiertos por la maleza desde hace años, aunque todavía eran claros los restos de la lucha. Templos, casas, todo. Destruido hasta los cimientos. Los monkeigh habían sido muy metódicos en su tarea.
Con disgusto se reprochó el término. Al Kano no le gustaba que su gente se refiriese a los Humanos con ese apelativo despectivo. Pero esta vez estaba justificado, e incluso el Kano se habría sentido furioso ante la destrucción que habían provocado los soldados del Imperio. De pronto algo llamó su atención. Uno de sus subordinados le hacía señas.
- Capitana -dijo en un susurro el oficial de comunicaciones- Tenemos comunicación con nuestra fragata. Tenemos visita.
- ¿Humanos? -algo en su interior deseaba una revancha.
- ... -el oficial dudó un segundo- Caos. Una barcaza. No han identificado la Legión. Se dirigen a la superficie. Su trayectoria les llevará a unos cientos de kilómetros de aquí.
- Bien. Llama a nuestros transportes. -Tendría que conformarse con los traidores que una vez fueron humanos.
Dentro de tres días tenían que regresar para reunirse con la Flota. La Esperanza de Lileath les esperaría en Ulthwé. La situación debía ser grave para que el Kano reuniese a toda la Flota y además se presentase abiertamente ante los Videntes. Sacudió la cabeza para alejar esos pensamientos y poder concentrarse en su tarea.
Aryadel y el resto de su grupo avanzaron lenta y cautamente entre los árboles. Solicitó un informe a los grupos de avanzada, que fue rápidamente respondido con sendos 'Todo despejado' por parte de los exploradores. Igual que todos los informes de las últimas dos semanas.
Esta vez no habían encontrado el puesto Exodita abandonado. Estaba arrasado. Los edificios estaban en ruinas, cubiertos por la maleza desde hace años, aunque todavía eran claros los restos de la lucha. Templos, casas, todo. Destruido hasta los cimientos. Los monkeigh habían sido muy metódicos en su tarea.
Con disgusto se reprochó el término. Al Kano no le gustaba que su gente se refiriese a los Humanos con ese apelativo despectivo. Pero esta vez estaba justificado, e incluso el Kano se habría sentido furioso ante la destrucción que habían provocado los soldados del Imperio. De pronto algo llamó su atención. Uno de sus subordinados le hacía señas.
- Capitana -dijo en un susurro el oficial de comunicaciones- Tenemos comunicación con nuestra fragata. Tenemos visita.
- ¿Humanos? -algo en su interior deseaba una revancha.
- ... -el oficial dudó un segundo- Caos. Una barcaza. No han identificado la Legión. Se dirigen a la superficie. Su trayectoria les llevará a unos cientos de kilómetros de aquí.
- Bien. Llama a nuestros transportes. -Tendría que conformarse con los traidores que una vez fueron humanos.
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