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Thianna

Encuentro

El Kor Run'Al llegó sin novedad a Upsila Tartarus tras reavituallarse y reforzar su dotación en Vior'La. M'Yen estaba en su camarote cuando le informaron que estaban llegando, desde donde se dirigió al puente. Por el camino, al ver a las tropas prepararse vió confirmados sus temores: Esta misión ya no era una excursión arqueológica o una embajada. Ahora el Shas'El estaba al mando y M'Yen sólo era un observador. Sin embargo, lo peor aún estaba por llegar.

Entró dubitativo en el puente. Si el Shas'El estaba al mando, no tenía muy claro cual sería su papel en la misión. Tal vez ahora podría preguntárselo. Lo encontró mirando al espacio por el ventanal principal del puente, de espaldas a la puerta.

- Ejem... - carraspeó para llamar la atención del Shas'El, pero este no se volvió. "Maleducado", pensó - ...pensé que ya habíamos llegado... - Un gran campo de estrellas ocupaba todo el ventanal.

- ...y así es - respondió para su sorpresa Kais, el piloto, que también miraba hacia el ventanal en lugar de sus instrumentos y pantallas, de los que rara vez levantaba la vista.

- Entonces, ¿hay algún problema con la navegación? - Algo iba mal.

- Las coordenadas son correctas - El tono de Kais fue mecánico, pero tenía un deje extraño, casi de miedo.

- ¿Y dónde demonios está el sistema? - Tanto misterio empezaba a exasperar a M'Yen.

- Simplemente... - El Shas'El habló por fin - ...simplemente no está, Por'El - dijo volviéndose hacia M'Yen. Tenía la misma mirada que cuando salió del despacho del Comandante Farsight.

- Eso no es posible. Ya deberíamos tener contacto visual - caminó hasta la consola del piloto y observó las pantallas - ¿...qué es eso? - señaló con el dedo un punto en el centro de la pantalla de navegación.

- Una estrella enana - Dijo Kais como si resultase obvio.

- El sol de Upsila Tartarus es una estrella amarilla, he leido los informes. - El Shas'El y el piloto permanecieron callados, dejando que M'Yen llegara a sus propias conclusiones - No puede haber mundos habitados orbitando una estrella enana... - miró sucesivamente al Shas'El, al piloto, la pantalla y el ventanal, perplejo - ...no... no puede... ¡Bien Supremo!

Por su mente fueron pasando apresuradamente distintas teorías, cada cual más rocambolesta, que fue descartando sucesivamente. Sabía que no podía ser casualidad. Si no, no estarían aquí.

- No han podido... ni siquiera ellos serían tan... - Volvió a mirar al Shas'El - Conozco a los humanos. Estuve en las negociaciones después de Damocles. Ni siquiera ellos decretarían un exterminatus a todo un sistema... ¡Ni siquiera tienen tecnología para hacerlo! - De pronto M'Yen abrió mucho los ojos, llegándo él mismo a la terrible respuesta.

- No ha sido un Exterminatus Imperial, Por'El - Confirmó por desgracia el Shas'El.

- Es imposible... - M'Yen repasó mentalmente la lista de posibles causantes una y otra vez, llegando siempre a la misma conclusión - ...no han podido... no pueden hacer eso... Por el Bien Supremo... es imposible... - tanteó una consola hasta apoyarse en ella, aturdido.

- No, Por'El, no es imposible... - El Shas'El le miró como si compartiese su perplejidad y sus temores - Hemos sido nosotros, M'Yen.

Trató de recuperar la compostura. Respiró hondo y cerró los ojos un momento, como esperando que al abrirlos Upsila estuviese donde debería. Por desgracia, al abrir los ojos el espacio permanecía vacío.

- Los informes decían... - trataba de recordar, pero estaba demasiado aturdido para encontrar un dato concreto.

- Treinta mil millones, M'Yen, hemos matado a treinta mil millones de humanos.

Sin embargo la sorpresa de M'Yen se vió interrumpida por otro evento inesperado, cayendo sobre él como un jarro de agua fría. El Puño de Vaul rompió la Telaraña justo frente al Kor Run'Al, llenando el ventanal del puente de la nave Tau. Atónito, M'Yen no era capaz de articular palabra cuando el enorme crucero, inconfundiblemente Eldar, se detuvo ante la pequeña nave de exploración.

- ¡Piloto! ¡Maniobras evasivas! ¡Calcule un salto de emergencia de inmediato! - El Shas'El, como militar, estaba mucho mejor preparado para reaccionar, y había evaluado correctamente la situación. No podía enfrentarse a una nave de guerra con más de diez veces el tamaño de la suya.

- Ejecutando - respondió mecánicamente el Piloto mientras manipulaba los controles. En unos instantes el enorme crucero desapareció del ventanal mientras el Kor Run'Al maniobraba desesperadamente para alejarse de él. - Salto en 5, 4,...

- ¡Espera! - gritó M'Yen de pronto. Kais detuvo la cuenta por un instante.

- ¡Piloto! ¡Ejecute! - increpó el Shas'El al Piloto - ¡Esto es una misión militar! ¡Yo estoy al mando!

- ¡Shas'El, conozco esa nave! - M'Yen parecía suplicar.

- Salto abortado - dijo el Piloto.

- ¡He ordenado que ejecute el sal...! - las palabras murieron en la boca del Shas'El cuando se dió cuenta que el Piloto no había abortado el salto por el ruego de M'Yen. Otras dos naves de similar diseño, pero más pequeñas, flanqueaban al Kor Run'Al, bloqueando el rumbo por el que debían saltar.

- Shas'El... - El tono de M'Yen era más tranquilo ahora, más diplomático. - Si nos quisieran muertos, ya lo estaríamos. - Señaló con la cabeza las dos naves más pequeñas. - Esas ya estaban ahí, ocultas, o habríamos detectado su entrada en el espacio normal.

- No se ha detectado ninguna ruptura del espacio - dijo el Piloto como para confirmar, y reforzar, las palabras de M'Yen. Kais también había reconocido las naves. - Mensaje entrante.

- Páselo - gruñó el Shas'El, sabiéndose atrapado. - Sólo audio.

- Soy Athareas de los Ëaressi, al mando del Puño de Vaul. Quiero hablar con el Por'El Dal'Yth M'Yen Kauyon J'Kaara Fio. - Incluso el propio M'Yen se sorprendió de escuchar su nombre completo. La voz que lo había pronunciado inspiraba a la vez autoridad y calma, como si supiese, lo cual era seguro, la impresión y temor que reinaba en la nave Tau.

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