Un paseo campestre
M'Yen observaba a los pilotos con desinterés. A su espalda las tropas del Shas'El se preparaban para desembarcar. Desde su sitio, normalmente reservado para un Etéreo, podía ver lo que ocurría tanto dentro como fuera del transporte Orca. Dentro, el Shas'El y los suyos revisaban las armas y el plan de despliegue, pero a M'Yen no le interesaban los preparativos militares. Así que poco le importaban tampoco el transporte Mantarraya y la cañonera Cabezamartillo que les escoltaban, o el Barracuda que iba delante, asegurándose de que no les esperaba ninguna sorpresa.
Lo que realmente le interesaba eran las señales recibidas después de colocarse en órbita. Se suponía que el mundo no estaba habitado. Sin embargo había signos de civilización en la superficie. No muy avanzada, a juzgar por las lecturas, pero civilización al fín y al cabo. ¿Habría llegado el Imperio Humano antes que los Tau a este remoto mundo?, se preguntaba M'Yen. Pero las señales no eran las propias de los asentamientos humanos. Eran más... "...refinadas", pensó M'Yen.
- Tres minutos para zona de aterrizaje - informó el piloto con profesionalidad - Lanza Uno informa que todo está despejado - Por las imágenes de las pantallas M'Yen dedujo que 'Lanza Uno' era el Barracuda que actuaba de explorador. Oyó al Shas'El ladrar las últimas órdenes a sus tropas en el compartimento de carga.
- Listos para el desembarco, Por'El - escuchó la voz del Shas'El por sus auriculares, siempre tan profesional... "y aburrido", pensó M'Yen.
- Bien, bien... adelante - respondió con desgana M'Yen.
Sintió la aceleración de la nave en estómago cuando esta empezó a seguir el terreno a baja altura. En las pantallas tácticas a su disposición observó como el Mantarraya y la Cabezamartillo se apartaban y aceleraban aún más para adelantarse y asegurar la zona mientras el Orca esperaba la señal de despejado.
El Mantarraya descendió al nivel del suelo y los exploradores saltaron de él, desplegándose rápidamente hasta los bordes del claro mientras el Cabezamartillo les cubría desde el aire. M'Yen escuchó más órdenes del Shas'El. La compuerta trasera del Orca se abrió y el rugido del viento llegó el compartimento de carga. Las tres primeras Crisis, junto a su apoyo de drones, saltaron de la nave desde más arriba de las copas de los árboles.
- Despejado - informaron los exploradores mientras las Crisis se desplegaban planeando hasta sus posiciones. M'Yen sintió cómo el estómago le subía a la garganta cuando el piloto del Orca lo hizo descender de golpe. Las Crisis tocaron el suelo al mismo tiempo que el Orca.
Cuando M'Yen descendió por la rampa las tropas del Shas'El ya habían asegurado todo el claro y los alrededores. Se cubrió los ojos para protegerlos del sol. La Crisis del Shas'El le esperaba al pie de la rampa mientras el Cabezamartillo daba vueltas sobre el claro. El zumbido de sus motores asustó las pocas bandadas de pájaros que quedaban en los alrededores.
- Posición asegurada, Honorable Por'El - informó el Shas'El, señalando lo obvio.
- Ya lo veo, ya... - Tanta demostración de eficiente inutilidad militar le repelía - ¿Cuándo podremos acercarnos al asentamiento?
- Su transporte está listo - La cabeza de la Crisis señaló el Mantarraya posado a unos metros del borde del claro, rodeado de exploradores que no dejaban de vigilar la espesura.
M'Yen se preguntó por un momento por qué no le dejarían bajar directamente en el Mantarraya en lugar de tener que montar todo este estrafalario espectáculo marcial, pero estaba seguro de que el Shas'El tendría una explicación muy completa y reglamentaria al respecto, así que se abstuvo de preguntar. En silencio caminó hasta el Mantarraya.
Un explorador bajó la pequeña rampa del transporte y M'Yen se dispuso a subir por ella. De pronto la Crisis del Shas'El, que hasta ese momento había caminado a su lado, se tensó y dio un giro brusco. Un instante después un crujido de árboles rotos llegó a los oidos de M'Yen. El Honorable Por'El sólo atisbó a ver el origen del sonido durante un segundo, antes de que uno de los exploradores le empujase dentro del compartimento de carga. Ni siquiera escuchó el 'Disculpe, Honorable Por'El' de disculpa del soldado que le empujó. En su mente sólo veía el enorme reptil que surgió de entre la espesura, y una armadura Crisis entre sus mandíbulas.
Lo que realmente le interesaba eran las señales recibidas después de colocarse en órbita. Se suponía que el mundo no estaba habitado. Sin embargo había signos de civilización en la superficie. No muy avanzada, a juzgar por las lecturas, pero civilización al fín y al cabo. ¿Habría llegado el Imperio Humano antes que los Tau a este remoto mundo?, se preguntaba M'Yen. Pero las señales no eran las propias de los asentamientos humanos. Eran más... "...refinadas", pensó M'Yen.
- Tres minutos para zona de aterrizaje - informó el piloto con profesionalidad - Lanza Uno informa que todo está despejado - Por las imágenes de las pantallas M'Yen dedujo que 'Lanza Uno' era el Barracuda que actuaba de explorador. Oyó al Shas'El ladrar las últimas órdenes a sus tropas en el compartimento de carga.
- Listos para el desembarco, Por'El - escuchó la voz del Shas'El por sus auriculares, siempre tan profesional... "y aburrido", pensó M'Yen.
- Bien, bien... adelante - respondió con desgana M'Yen.
Sintió la aceleración de la nave en estómago cuando esta empezó a seguir el terreno a baja altura. En las pantallas tácticas a su disposición observó como el Mantarraya y la Cabezamartillo se apartaban y aceleraban aún más para adelantarse y asegurar la zona mientras el Orca esperaba la señal de despejado.
El Mantarraya descendió al nivel del suelo y los exploradores saltaron de él, desplegándose rápidamente hasta los bordes del claro mientras el Cabezamartillo les cubría desde el aire. M'Yen escuchó más órdenes del Shas'El. La compuerta trasera del Orca se abrió y el rugido del viento llegó el compartimento de carga. Las tres primeras Crisis, junto a su apoyo de drones, saltaron de la nave desde más arriba de las copas de los árboles.
- Despejado - informaron los exploradores mientras las Crisis se desplegaban planeando hasta sus posiciones. M'Yen sintió cómo el estómago le subía a la garganta cuando el piloto del Orca lo hizo descender de golpe. Las Crisis tocaron el suelo al mismo tiempo que el Orca.
Cuando M'Yen descendió por la rampa las tropas del Shas'El ya habían asegurado todo el claro y los alrededores. Se cubrió los ojos para protegerlos del sol. La Crisis del Shas'El le esperaba al pie de la rampa mientras el Cabezamartillo daba vueltas sobre el claro. El zumbido de sus motores asustó las pocas bandadas de pájaros que quedaban en los alrededores.
- Posición asegurada, Honorable Por'El - informó el Shas'El, señalando lo obvio.
- Ya lo veo, ya... - Tanta demostración de eficiente inutilidad militar le repelía - ¿Cuándo podremos acercarnos al asentamiento?
- Su transporte está listo - La cabeza de la Crisis señaló el Mantarraya posado a unos metros del borde del claro, rodeado de exploradores que no dejaban de vigilar la espesura.
M'Yen se preguntó por un momento por qué no le dejarían bajar directamente en el Mantarraya en lugar de tener que montar todo este estrafalario espectáculo marcial, pero estaba seguro de que el Shas'El tendría una explicación muy completa y reglamentaria al respecto, así que se abstuvo de preguntar. En silencio caminó hasta el Mantarraya.
Un explorador bajó la pequeña rampa del transporte y M'Yen se dispuso a subir por ella. De pronto la Crisis del Shas'El, que hasta ese momento había caminado a su lado, se tensó y dio un giro brusco. Un instante después un crujido de árboles rotos llegó a los oidos de M'Yen. El Honorable Por'El sólo atisbó a ver el origen del sonido durante un segundo, antes de que uno de los exploradores le empujase dentro del compartimento de carga. Ni siquiera escuchó el 'Disculpe, Honorable Por'El' de disculpa del soldado que le empujó. En su mente sólo veía el enorme reptil que surgió de entre la espesura, y una armadura Crisis entre sus mandíbulas.
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